¿Sabías que España es el líder europeo en robots industriales? ¿Que el 12% de sus empresas utilizan robots? Sí, por delante de Italia y Francia, y muy por delante de Alemania.
¿Sabías que en España, según un estudio del CIS, más del 50% de la gente cree que en 15 años su trabajo será realizado por robots?
No sé si tienes hijos; por mi parte, a los míos yo pienso enseñarles cómo funciona un robot. Si todavía no te has convencido, aquí tienes 5 buenas razones para dar el salto y comprar un robot educativo.
Los robots son el futuro
Los robots van a estar cada vez más presentes en nuestra vida cotidiana. ¿Quién hubiera pensado, hace solo 20 años, que tendríamos robots aspirando nuestro salón o cortando el césped en nuestro jardín? El futuro está lleno de robots porque son baratos, no se ponen enfermos, no tienen que dormir por la noche y nunca hacen huelga. Por eso me parece importante que mis hijos conozcan este nuevo mundo que está apareciendo a su alrededor.
Comprarles un robot educativo es darles la oportunidad de descubrir cómo funciona una máquina real, despertar su interés y permitirles aprender habilidades que les servirán más adelante. Porque los robots ya están cambiando el mercado laboral hoy en día: cada vez más puestos de trabajo están siendo automatizados. Descubrirlos ahora no solo resultará útil para los futuros ingenieros especializados en robótica; habrá muchas profesiones que requerirán conocimientos de robótica, del mismo modo que hay muchas ocupaciones hoy en día que requieren conocimientos de informática.
Creatividad e innovación
Todos los robots educativos son programables, algunos son incluso compatibles con Lego, así que los niños pueden imaginar un número infinito de juegos, historias y aventuras. ¿Qué juguetes ofrecen tantas posibilidades?
Mientras maneja un robot, la imaginación del niño está repleta de referencias a películas y dibujos animados, pudiendo convertirlo en el héroe de sus propias aventuras. Los robots no solo activan la creatividad durante el juego, sino también la creatividad para inventar otros juegos. Sin embargo, esto requiere que los niños desarrollen habilidades cognitivas y aprendan procesos de pensamiento lógicos y secuenciales. Al hacerlos jugar con autómatas, estamos preparando a nuestros niños para un mundo en el que la innovación será primordial y ofreciendo a sus pequeños cerebros en ebullición todas las posibilidades que plantea la tecnología.
Empezando a aprender programación
Para entender realmente la tecnología de hoy en día, saber qué es la programación resulta imprescindible… aunque, siendo sinceros, no es la actividad más divertida para un niño. La robótica, en cambio, les permite aprender estos conceptos mientras observan los resultados concretos de la programación, lo que hace que el proceso sea mucho más estimulante. Al introducir operaciones lógicas básicas en el comportamiento del robot, mostramos a los niños, en términos concretos y con un ejemplo que pueden tocar, cómo funcionan los ordenadores. Mientras realizan actividades divertidas, podemos iniciarles en los conceptos matemáticos de la ciencia y la informática, poniéndolos al mismo tiempo en contacto con una realidad lúdica y motivadora.
Concentración y perseverancia
La vida de nuestros niños está invadida por pantallas, distracciones, actividades de todo tipo. Cada vez es más difícil para ellos concentrarse y perseverar sin rendirse. Jugar con un robot les permite alcanzar la satisfacción de desarrollar un proyecto hasta el final, cuando llega el momento en que el robot empieza a moverse y cumple fielmente las órdenes programadas en el pequeño ordenador. No hay nada más gratificante para un niño que ver cómo todos sus esfuerzos fructifican. Jugar con un robot puede ayudarles a aumentar su autoestima y la confianza en sí mismos al mostrarles que, si perseveran, lograrán llevar a cabo proyectos complejos y difíciles.
Lo más importante es que es divertido
Para terminar, si nos gustan tanto los robots es también porque… ¡son divertidos! Todos los modelos que se venden en nuestra tienda contienen instrucciones para distintas actividades: conducir a través de un circuito de obstáculos, seguir una luz, controlar el robot mediante el sonido, o incluso construir una línea de producción real que ensamble las miniaturas de Lego. Cada etapa del proceso resulta entretenida: construir el robot, ponerlo en marcha, programarlo con un programa simplificado adaptado al nivel de los niños, llevar a cabo los primeros proyectos, competir con amigos o aprender a trabajar juntos para alcanzar objetivos comunes.
Hay miles de historias e infinidad de juegos para inventar con nuestros robots, ya sea el Edison o el mBot. ¡No todas las diversiones sirven para aprender tantas cosas al mismo tiempo!